El lifting facial atenúa el envejecimiento evidenciado por arrugas, acentuación de surcos y piel flaccida en la cara y el cuello.

La operación consiste en el estiramiento y resección de la piel floja de la cara y el cuello. Ademas del tratamiento de la caída muscular (SMAS). Habitualmente lo asociamos a una cirugía de párpados, para que no exista atemporalidad entre estos y el resto de la cara.

También podemos asociarlo con otros procedimientos complementarios como rellenos faciales, Botox, peelings, microdermoabrasión, hilos de suspensión, liposucción de papada y/o mejillas, etc.

Todos los pacientes deben realizar estudios preoperatorios y se analizan los factores de riesgo específicos en cada uno de ellos.

Es indispensable una evaluación previa para decidir la estrategia de tratamiento.

No suele haber dolor en el postoperatorio y la evolución es bien tolerada.

Suministramos medicación para minimizar el edema o hinchazón que puede producirse.

Es conveniente que la cirugía sea realizada por un especialista en cirugía plástica. Es sin duda alguna, la opción más segura para obtener buenos resultados y para enfrentar las complicaciones, en caso de que se presenten.